miércoles, 15 de septiembre de 2010

LA IMPORTANCIA DE LE LECTURA

La lectura no solo proporciona información (instrucción) sino que forma (educa) creando hábitos de reflexión, análisis, esfuerzo, concentración... y recrea, hace gozar, entretiene y distrae. Una persona con hábito de lectura posee autonomía cognitiva, es decir, está preparada para aprender por sí mismo durante toda la vida. En esta época de cambios vertiginosos en la cual los conocimientos envejecen con rapidez, es fundamental tener un hábito lector que nos garantice tener conocimientos frescos, actualizados pues ello nos vuelve laboral y académicamente más eficientes y competentes en el campo laboral o académico.

 Tener una fluida comprensión lectora, poseer hábito lector, hoy en día, es algo más que tener un pasatiempo digno de elogio…es garantizar el futuro de las generaciones que en este momento están formándose en las aulas. Veamos, a continuación, algunas de las razones por las cuales debemos optar por un proyecto lector serio y creativo.

• La lectura ayuda al desarrollo y perfeccionamiento del lenguaje. Mejora la expresión oral y escrita y hace el lenguaje más fluido. Aumenta el vocabulario y mejora la redacción y ortografía.

·  La lectura nos permite aprender cualquier materia desde física cuántica hasta matemática financiera. No hay especialidad profesional en la que no se requiera de una práctica lectora que actualice constantemente los conocimientos para hacernos más competentes día a día.

• La lectura mejora las relaciones humanas, enriqueciendo los contactos personales pues facilita el desarrollo de las habilidades sociales al mejorar la comunicación y la comprensión de otras mentalidades al explorar el universo presentado por los diferentes autores.

• La lectura da facilidad para exponer el propio pensamiento y posibilita la capacidad de pensar. En el acto de leer, se establecen conceptos, juicios y razonamientos ya que, aunque no seamos conscientes de ello, estamos dialogando constantemente con el autor y con nuestra propia cosmovisión.

• La lectura es una herramienta extraordinaria de trabajo intelectual ya que promueve el desarrollo de las habilidades cognitivas fundamentales: comparar, definir, argumentar, observar, caracterizar, etc.

• La lectura aumenta nuestro  bagaje cultural; proporciona información, conocimientos de diferentes aspectos de la cultura humana.

• La lectura amplía los horizontes del individuo permitiéndole ponerse en contacto con lugares, gentes, experiencias y costumbres lejanas a él en el tiempo o en el espacio.

 ·   La lectura estimula y satisface la curiosidad intelectual y científica.

 ·         La lectura desarrolla la creatividad pues al ampliar nuestro horizonte lexicológico y cultural nos brinda el desarrollo de los principales indicadores de creatividad como son: la fluidez, la flexibilidad, la originalidad y la sensibilidad.

·         La lectura nos vuelve más tolerantes, menos prejuiciosos, más libres, más resistentes al cambio, más universales y más orgullosos de lo nuestro.

·                     La lectura es una afición que dura toda la vida que puede practicarse en cualquier tiempo, lugar, circunstancia. Nos libra de los males de nuestro tiempo: la soledad, la depresión y el consumismo compulsivo.

Tipos De Lectura -
1.     Lectura mecánica Se limita a identificar palabras prescindiendo del significado de las mismas. Prácticamente no hay comprensión.
2.    Lectura literal Comprensión superficial del contenido
3.    Lectura oral se produce cuando leemos en voz alta.
4.    Lectura silenciosa Se capta mentalmente el mensaje escrito sin pronunciar palabras. El lector puede captar ideas principales. 5. Lectura reflexiva Máximo nivel de comprensión. Se vuelve una y otra vez sobre los contenidos, tratando de interpretarlos. Es la más lenta. 6. Lectura rápida Sigue la técnica del “salteo” que consiste en leer a saltos fijándose en lo más relevante. Es una lectura selectiva. 
o    La lectura eficaz no es leer en forma mecánica (sólo reconocer las palabras y después olvidarlas), es comprender y aprender lo que dice el autor.
Comprender el significado de la lectura implica lo siguiente:
o      Entender el significado de un texto, al:
o    Traducir una idea a tus propias palabras.
o    Interpretar lo que tu haces de lo que lees.
o    Descubrir lo esencial del mensaje, al:
o    Percatarse de lo que es importante.
o    Detectar las ideas claves.

Ya no es apreciación subjetiva sino hecho científicamente demostrado: al mexicano no le interesan los libros. Se hizo todo lo posible, que conste. Y aunque haya sido en vano, hay dignidad en la derrota. Así pues, relajémonos, respiremos hondo, tomemos un descanso.
Las estadísticas avasallan. Demuestran con alevosía y ventaja, sin mostrar forma alguna de clemencia ni resquicio para el anhelado error metodológico, que al mexicano (el 99.99 por ciento) no le gusta leer. Es más, no sólo no le gusta leer, no le gustan los libros ni siquiera en calidad de cosa, ni para no leerlos ni para nada, vamos, ni para prótesis de la cama que se rompió una pata. Años de esfuerzo educativo, de aventar dinero a raudales en bibliotecas, centros culturales, publicidad, cursos, campañas y ferias, premios y becas, ofertas y descuentos, clubes y talleres, mesas redondas y presentaciones… Todo para merecer la sincera respuesta: No, no queremos leer.
En ese desolador paisaje de estadísticas, las más tristes son las que, como recodará el lector de Letras Libres, Gabriel Zaid difundió hace poco en su ensayo “La lectura como fracaso del sistema educativo”. Una de ellas señala que hay 8.8 millones de mexicanos que han realizado estudios superiores o de posgrado, pero que el dieciocho por ciento de ellos (1.6 millones) nunca ha puesto pie en una librería. Luego de mezclar cifras y trazar constantes, el lacónico Zaid concluye: “La mitad de los universitarios (cuatro millones) prácticamente no compra libros.” Luego dice que “en 53 años el número de librerías por millón de habitantes se ha reducido de 45 a 18” en la culta capital. Es decir: a mayor esfuerzo educativo, menos lectores. Esto demuestra algo realmente inaudito: en México la clase ilustrada es aún más bruta que la clase iletrada.

Lo bueno es que como el país no lee, no se ha enterado de que está cubierto de vergüenza. Podrá haber precio único, y librerías en cada esquina, y libros baratos, y bibliotecas que regalen café. Y al mexicano no se le va a pegar la gana de leer.